Canto XII (Odisea)
LAS SIRENAS
"Apenas había acabado de explicárselo todo a los hombres cuando llegamos a la isla de las sirenas, pues el viento había sido muy favorable. De pronto amainó y llegó una calma chicha: no se movía ni un soplo de viento ni había una ola en el agua, así que los hombres arriaron las velas y las guardaron; después tomaron los remos y blanquearon el agua con la espuma que levantaban al bogar. Entretanto cogí un trozo de cera y lo corté con la espada. Después la amasé entre mis poderosas manos hasta que se ablandó gracias a mi fuerza y a los rayos del sol. A continuación tapé los oídos a todos mis hombres y ellos me ataron de pies y manos al mástil y siguieron remando. Cuando pasábamos cerca de la isla, la embarcación navegaba muy deprisa y las sirenas, al vernos, empezaron con sus cantos"
¿Cómo hacer un barco de origami? Dificultad: Muy fácil