¿Qué vas a hacer? Dilema: LIBERTAD VS SEGURIDAD
Llegamos así al 02 de agosto de 1943. Los días previos, varios prisioneros y prisioneras del campo te anunciaron que estaban preparando una fuga masiva y que tú debías desempeñar un papel determinante en ella. A su modo de ver, ninguno de los países en guerra con la Alemania nazi y sus aliados habían hecho nada al respecto de las atrocidades que se estaban cometiendo en Treblinka porque las desconocían. Su intención es, pues, no solo fugarse, sino hacer llegar a los servicios de inteligencia aliados información real y detallada del plan de exterminio en masa que han puesto en marcha los nazis, algo que no se podrá hacer si tú no te encargas de sustraer las pruebas necesarias del despacho del director. El trabajo es muy sencillo, ya que conoces a la perfección toda la documentación que pasa por la oficina y la vigilancia que hay puesta sobre ti es mínima o inexistente. El problema, sin embargo, viene por otro lado: ¿qué consecuencias puede tener para ti el implicarte en el plan de fuga?
A nivel personal, y aunque es obvio que lo que sucede en el campo es terrorífico, tú tienes una posición de privilegio y gozas de una cierta seguridad que pondrías en peligro por una evasión con pocas probabilidades de éxito. Es cierto que puedes simplemente darles los documentos y no participar en la fuga, pero también esto podría tener consecuencias para ti y para tus seres queridos: si fracasan y los nazis recuperan los documentos, serás incriminado de inmediato; por el contrario, si triunfan, los servicios de inteligencia alemanes pueden relacionar las acciones aliadas sobre el campo de Treblinka con la sustracción de información sensible de las oficinas del comandante. La otra opción es implicarse activamente en la evasión y huir con el resto de prisioneros y prisioneras. Es cierto que tu situación no es tan desesperada como la de los demás, pero sobrevivir en un campo de exterminio es prácticamente lo mismo que estar muerto. De hecho, muchas personas han optado ya por el suicidio como vía de escape al sufrimiento e incluso tú has contemplado esta opción ante la falta de libertad. Por otro lado, fuera del campo podrías ser útil luchando contra los alemanes en la resistencia o contando vuestra historia al resto del mundo para que tomen conciencia de la barbarie. El problema de esta opción reside en que, fracases o triunfes, tus familiares y seres queridos serán los que paguen las consecuencias. Puede ser que ya no estén vivos, pero también es probable que tu acción pudiera ser la causante de su asesinato.
De pronto, se escuchan los primeros disparos en el campo y suenan las alarmas. Tras unos pocos minutos, tus compañeros entran en la oficina del director y te hacen la pregunta que estabas esperando: “¿qué vas a hacer?”1.
1 Este dilema moral está basado en la siguiente obra: Rajchman, Ch., Treblinka. Epílogo de Vasili Grossman (trad. Jorge Salvetti), Seix Barral, Barcelona, 2014.
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