Primera tópica (Estructura de la mente: inconsciente, preconsciente, consciente)
El Inconsciente“El
psicoanálisis se vio obligado a tomarse en serio el concepto de inconsciente”. Todo
esto que la ciencia “exacta” jamás había tomado en serio, es objeto ahora de
brillantes análisis con los que demuestra la acción permanente de aquellos
contenidos que la represión eliminó de la conciencia, ocultándose en la
inconsciente, pero sin lograr reducirlos a la inactividad.
Los Sueños. La
antigüedad clásica consideraba que los sueños eran una profecía y la ciencia de la época de Freud los tomaba
como supersticiones. En cambio, Freud quiso llevarlos al interior de la
ciencia. Cada sueño habría de ser analizado y sometido a asociación libre a
cada uno de sus elementos. En
La interpretación de los sueños (1899) señala Freud que cada sueño tiene: -Contenido
manifiesto (aquello que se recuerda y se relata al despertar). Es una
máscara, una fachada. -Contenido
latente
(aquel sentido del sueño que el individuo no sabe reconocer: “esto no tiene ni
pies ni cabeza”). Contiene el verdadero significado del sueño. El
psicoanálisis es un interpretador de sueños porque tiene que
volver a recorrer el
camino hacia el contenido latente del sueño “siempre lleno de significado”, a
partir del contenido manifiesto “que a menudo es del todo insensato”. En
las raíces ocultas de los sueños hallamos impulsos reprimidos que el sueño
trata de satisfacer, debido a la menor vigilancia que ejerce el “yo” consciente
durante el sueño: “el sueño constituye la realización de un deseo que la conciencia
considera censurable o vergonzoso. Sin embargo, no debe creerse que la acción
represora del “yo” cese completamente durante el sueño, una parte de ella
permanece activa, en cuanto censura onírica, y prohíbe al deseo inconsciente
que se manifieste en la forma que le es propia, por eso los contenidos oníricos
latentes están modificados o atenuados, lo que hace irreconocible el
significado prohibido del sueño. En
conclusión, el sueño es la
realización (enmascaramiento) de un deseo (reprimido) y la interpretación
de los sueños es el camino privilegiado para conocer lo inconsciente. Para
convertirse uno en psicoanalista, puede empezar por estudiar los propios sueños
(en palabras del propio Freud).
Teoría de la represión
Aquello que ocurre en la historia de un
individuo
-haya sido éste consciente de ello o no habiéndolo sospechado jamás – nunca desaparece. En la
historia de nuestro planeta, las capas terrestres anteriores se van hundiendo
pero no desaparecen, y los sucesivos estratos de una ciudad multisecular
continúan existiendo, aunque no sean visibles. Del mismo modo, la psique
también se halla estratificada. El recuerdo, la equivocación, el olvido, los
sueños y las neurosis hallan su explicación causal debido a pulsiones
rechazadas y a los deseos reprimidos en lo inconsciente, pero no eliminados.
voyg ¿Por
qué se rechazan determinadas pulsiones? ¿Por qué determinados deseos y
recuerdos están a disposición de la conciencia, mientras que otros están fuera
de ella y reprimidos en lo inconsciente? La
razón: Se trata de deseos y pulsiones en abierto contraste con los valores y
las exigencias éticas que el individuo consciente proclama y considera como
válidos. Cuando se da una incompatibilidad entre el “yo” consciente (sus
valores, sus ideales …) y determinadas pulsiones y deseos, entonces entra en
acción una especie de represión que arranca a la conciencia estas cosas
“vergonzosas” e “inconfesables” y las hunde en lo inconsciente, donde una
censura permanente se esfuerza porque no vuelvan a aflorar en la vida
consciente. Represión
y censura entran en acción porque deben actuar sobre recuerdos y deseos de
naturaleza primordial y ampliamente sexual y por lo tanto sobre cosas
“vergonzosas”, que no hay que decir, sino eliminar.
La libido
Freud
reconduce la vida humana a una libido originaria. La libido designa la fuerza a través de la cual se
manifiesta el instinto sexual. Los deseos procedentes del hambre y la
sed no son pecaminosos y no están reprimidos, mientras que las pulsiones
sexuales sí se reprimen para reaparecer más tarde en los sueños y en las
neurosis. “El primer descubrimiento al que nos lleva al psicoanálisis es que de
forma habitual, los síntomas patológicos están ligados con la vida amorosa del
enfermo; este descubrimiento (...) nos
obliga a considerar que las perturbaciones de la vida sexual son una de las
causas más importantes de la enfermedad”. La sexualidad reprimida explota
mediante una enfermedad o retorna a través de diversos sueños. Precisamente al analizar estos
sueños, Freud descubre la sexualidad
infantil. Los sueños de los adultos remiten con frecuencia a deseos
insatisfechos de la vida sexual infantil. El niño no carece de instintos y
tampoco carece de pulsiones eróticas. La función sexual
existe desde el comienzo. En primer lugar, la sexualidad infantil es algo independiente de la
función reproductora. Sirve para brindar numerosas clases de sensaciones
placenteras. La principal fuente de placer sexual infantil consiste en la
excitación de determinadas zonas del cuerpo especialmente sensibles, además de
los órganos sexuales: la boca, el ano, la uretra, así como la epidermis y otras
zonas sensibles. La sexualidad infantil es autoerotismo que se manifiesta como
una conquista del placer que encuentra su objeto en las zonas erógenas del
cuerpo. Grados
de organización de los instintos sexuales. Fases o períodos: -Fase
oral:
UN primer grado de organización de los instintos sexuales aparece bajo el
predominio de los componentes orales. La
succión de los recién nacidos constituye un ejemplo de satisfacción
autoerótica. Ésta es la fase oral y abarca el primer año de vida. -Fase
anal:
dominada del placer de poder satisfacer el estímulo de las evacuaciones y
abarca el segundo y tercer año de vida. -Fase
fálica:
entre los 4 y 5 años aparece la primacía de los genitales. El niño busca placer
tocándose dichos órganos, descubre el pene y tal descubrimiento va acompañado
por el temor a perderlo “complejo
de castración” y las niñas experimentan lo que Freud califica envidia de pene. Tales
complejos pueden volverse a presentar en la edad adulta y convertirse en causa
de neurosis. En esta fase el niño concentra en la persona de la madre los
deseos sexuales y concibe impulsos hostiles contra su padre al que considera
como un rival. La niña asume una actitud semejante. Los sentimientos que se
forman durante estas relaciones no solo poseen un carácter positivo sino que
también resultan negativos. Se forma un complejo que está condenado sin ninguna
duda a una rápida represión. El complejo de Edipo. En la tragedia griega,
Edipo, hijo del Rey de Tebas, mata a su padre coma y toma como esposa a su
propia madre. -Fase
o periodo de latencia: Al estadio fálico le sigue un período
de latencia durante el cual surgen las formaciones reactivas de la moral como
el pudor y el asco. Este período de latencia dura hasta la pubertad. -Fase
genital:
En la pubertad entran en funcionamiento las glándulas sexuales, y la atracción
hacia el otro sexo lleva a la unión sexual. Nos encontramos así en el período
genital en sentido estricto. Freud libera la sexualidad de vínculos demasiado
estrechos con los órganos genitales, y la define como una función somática más
amplia que tiende antes que nada hacia el placer, y que solo de manera
secundaria se pone al servicio de la reproducción. En segundo lugar, se
incluyen también entre los instintos sexuales aquellos impulsos meramente
afectuosos, amigables, para los cuales empleamos la palabra AMOR. Y seguido
este ensanchamiento de la noción de sexualidad permite tomar en consideración
aquellas actividades sexuales no genitales. Tales actividades no genitales son
perversas ya que no se hallan destinadas a la generación. Esto explica el
significado que no es de carácter moral de la expresión de Freud según la cual
el niño es un “perverso polimorfo”. El
desarrollo de las técnicas terapéuticas: las teorías de la resistencia y de la
represión en lo inconsciente, del significado de la vida sexual y la
importancia de las experiencias infantiles son los elementos principales del
edificio teórico del psicoanálisis. Freud
se vio obligado a descartar las técnicas de hipnosis. la técnica que le resultó más eficaz a Freud
fue la de la libre asociación de ideas: el analista hace que el sujeto se
tienda sobre un diván, en un ambiente donde no haya demasiada luz intensa y en
una situación distendida. El analista le invita a manifestar todo aquello que
se le presenta ante el pensamiento una vez que haya renunciado a guiar
voluntariamente dicho pensamiento. Esta técnica no provoca coacciones en el
enfermo y es un camino eficaz para llegar a descubrir la resistencia: el
hallazgo de la resistencia es el primer paso hacia la superación. El analista
no coacciona al paciente, lo guía, le invita a dejar libre a las ideas que le
vienen a la mente. A veces sugiere una palabra, tratando de comprobar qué otras
ideas y sentimientos suscita en el paciente. El analista registra y escribe todo.
El analista trabaja sobre las asociaciones libres del paciente. Sin embargo, en
la práctica analítica la interpretación de los sueños desempeña una función
primaria ya que éstos se hallan profundamente conectados con los deseos
reprimidos en el inconsciente. Estos deseos casi siempre son de naturaleza
sexual. El psicoanálisis también se aprovecha del significado de los sueños. Además
de la asociación libre de ideas y de los sueños, el analista es un intérprete
de los actos fallidos como los lapsus, los olvidos, los retrasos, las
ensoñaciones en estado de vigilia o las asociaciones inmediatas. El analista se
propone devolver al paciente su inconsciente, poniendo de manifiesto las
obstrucciones que han provocado la enfermedad y que causan en el sujeto un estado
de sufrimiento que a veces llega a ser insoportable. Solo se podrán desatar los
lazos de la enfermedad si se descubren las causas de esta solo si sabe qué ha
sucedido se podrá liberar del sufrimiento. Por tal razón. donde estaba el ello
debe aparecer el yo el camino de la curación consiste en la transformación de
lo inconsciente en consciente. La
teoría de la transferencia Freud
no tardó en darse cuenta de que en todo tratamiento analítico se establece una intensa relación sentimental
del paciente con la persona analista. Dicho fenómeno fue llamado transferencia.
Sin embargo, también puede manifestarse mediante una hostilidad tal que se
configura como principal instrumento de la resistencia y pone en peligro el
resultado mismo del tratamiento. En cualquier caso, sin transferencia se vuelve
imposible todo análisis. La transferencia es un fenómeno humano de carácter
general. El analista lo advierte y lo aísla. A través de esta labor, la
transferencia se convierte en el mejor instrumento de la cura analítica,
después de haber sido el arma más importante de la resistencia: su utilización
y su aprovechamiento constituyen en cualquier caso la parte más difícil
importante de la técnica analítica. Recapitulación 1º Tópica(Interpretación de
los sueños 1899). Estructura de la mente: -
Consciente: Zona de
la mente en la que nos percatamos de las cosas que provienen del mundo físico,
de nuestro cuerpo o mente. -
Subconsciente: Lo
que está debajo del consciente - Preconsciente: “aunque Región” de la mente que se
sitúa entre el consciente y el inconsciente. En esta región se hallan datos
(recuerdos) de los que no nos percatamos cotidianamente (a no ser que hagamos
esfuerzo memorístico) Ej : Cuando conocemos a la persona que amamos. Dato que
no conocemos de continuo pero que podemos recordar porque nada se borra de la
mente aunque no lo hagamos consciente hasta pretenderlo. - Inconsciente: Uno
de los mayores descubrimientos de Freud. Zona más dinámica de la psique
humana, en donde se sitúa todo lo ancestral, todo lo instintivo, todo lo
reprimido. Características: ilógico, caótico, atemporal (sucedió hace 20 años y
parece hoy), no abstracto, si concreto porque no sabe de conceptos genéricos
sino de hechos o percepciones concretos aunque simbolizadas generalmente, muy
primitivo, mágico, supersticioso, irracional, para él todo es posible, es
escondite de los impulsos más instintivos (Thanatos). Interviene en nuestra
vida de forma decisiva. A veces, casi siempre sin darnos cuenta.