Lucy, ¿por qué es tan importante el hallazgo de su fósil ?
Ciencia BBC Mundo
• 28 noviembre 2014
Hace cuarenta años, una mañana
de domingo a fines de noviembre de 1974, un equipo de investigadores estaba
excavando un sitio remoto de la región de Afar, en Etiopía.
Durante un reconocimiento del área, el paleoantropólogo Donald Johanson
descubrió un pequeño trozo del hueso de un codo.
Inmediatamente se dio cuenta de que era un ancestro humano. Y encontró
muchos restos más.
"Cuando miré hacia mi izquierda vi pedacitos de un cráneo, un trozo de
mandíbula y un par de vértebras", dice Johanson.
Era evidente que el hallazgo del esqueleto representaba un hito: los
sedimentos de la zona tenían 3,2 millones de años de antigüedad.
"Me di cuenta de que era parte de un esqueleto de más de tres millones
de años", explica el científico.
Era el homínido más antiguo que se había encontrado.
Cuando miré hacia mi izquierda
vi pedacitos de un cráneo, un trozo de mandíbula y un par de vértebras. Me di
cuenta de que era parte de un esqueleto de más de tres millones de años Donald
Johanson, paleoantropólogo
Más tarde también se supo que era el más completo: el 40% del esqueleto se
había preservado.
Por la noche, en el campamento, Johanson puso un casete de los Beatles que
había traído y "Lucy in the Sky with Diamonds" comenzó a sonar.
Debido a su tamaño, Johanson creía que el esqueleto era de una mujer.
"¿Por qué no la llamas Lucy?", le dijo alguien.
La sugerencia cayó como anillo al dedo.
"De repente", recuerda Johanson, "ella se convirtió en una
persona".
Preguntas
Pasaron unos cuatro años hasta que Lucy fue descrita oficialmente.
Pertenecía a una nueva especie llamada Australopithecus afarensis y era
evidente que era uno de los fósiles más importantes nunca antes descubierto.
Pero a la mañana siguiente del hallazgo, la discusión de los investigadores
estuvo dominada por una serie de interrogantes.
¿Qué edad tenía Lucy cuando murió? ¿Tenía hijos? ¿Cómo era? ¿Es nuestro
ancestro directo, el eslabón perdido en la cadena de la familia humana?
Cuarenta años más tarde, la ciencia está empezando a responder algunas de
estas preguntas.
El niño de Taung
Aunque era una nueva especie, Lucy no fue el primer Australopithecus
hallada. Fue el niño de Taung, un cráneo fosilizado de un niño joven que vivió
hace cerca de 2,8 millones de años en Taung, en el sur de África.
Fue hallado en 1924 y analizado por el anatomista Raymond Dart. Dart se dio
cuenta de que pertenecía a otra especie que llamó Australopithecus africanus.
Supe con una mirada que lo que
tenía entre mis manos no era un cerebro antropoide común y corriente (...). Era
la réplica de un cerebro tres veces más grande que el de un babuino y
considerablemente más grande que el de un chimpancé adulto Raymond Dart,
anatomista
"Supe con una mirada que lo que tenía entre mis manos no era un
cerebro antropoide común y corriente (...). Era la réplica de un cerebro tres
veces más grande que el de un babuino y considerablemente más grande que el de
un chimpancé adulto", dice.
Sus dientes eran más parecidos a los de un ser humano que a los de un
simio. Dart concluyó también que podía caminar erguido, como un humano, porque
parte de su cráneo -donde se junta la espina dorsal con el cerebro- tenía forma
humana.
El niño de Taung fue el primer fósil que nos dio una pista de que los
humanos se habían originado en África.
Pero cuando Dart publicó su análisis, fue muy criticado. En ese momento, se
pensaba que Europa y Asia habían sido cruciales para la evolución humana.
Mandíbula robusta y brazos
largos
Cuando apareció Lucy, los antropólogos aceptaron que los Australopitecinos
eran seres humanos tempranos, no solo simios.
¿Cómo era Lucy? Ésta fue una de las primeras preguntas que surgió.
AP. El hallazgo le dio peso a la teoría de que nuestra
evolución no fue linear.
Su cráneo, mandíbula y dientes eran más como los de
un simio que las de otros Australopithecus.
El lugar donde estaba encajado el cerebro era muy
pequeño, no mayor que el de un chimpancé.
Tenía una mandíbula robusta, una frente pequeña y
brazos largos y colgantes.
Johanson se dio cuenta de inmediato de que caminaba
erguida por la forma y posición de su pelvis.
Sus rodillas y tobillos también reflejaban que
caminaba en dos pies.
Esto reforzó la idea de que el caminar erguido fue
una de las presiones selectivas que empujó a la humanidad hacia adelante.
Caminar, un rasgo
exclusivamente humano
THINKSTOCK. Se cree que Lucy vivió en un
grupo social pequeño. Probablemente, en una sociedad polígama.
Los primeros homínidos no necesitaron un cerebro más grande para alejarse
evolutivamente de los simios.
La potencia cerebral adicional llegó recién un millón de años más tarde con
la aparición del Homo erectus.
Aunque el cerebro más grande sería importante más tarde, el caminar es uno
de los rasgos que nos hacen exclusivamente humanos.
Pero, también, Lucy pasaba tiempo en los árboles.
Y puede que ello la impulsara a caminar como una forma de acercarse a las
ramas que eran demasiado flexibles para subirse a ellas.
Cambio en la dieta
Se desconoce por qué Lucy dejó la seguridad de los
árboles para desplazarse por el suelo.
Una teoría es que pudo haberlo hecho para buscar
comida, dice Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres.
En la misma línea, evidencia reciente indica que se
produjo un cambio en la dieta de los Australopitecinos.
La dieta de varias especies -según evidencia
hallada en restos preservados en dientes de homínidos-, incluida la de Lucy,
comenzó a expandirse hace 3,5 millones de años.
THINKSTOCK. Especies más tardías como el
Homo erectus utilizaban herramientas.
Además de frutas, comenzaron a comer pastos y
juncos y, posiblemente, carne.
Esto les pudo haber permitido viajar y moverse de
forma más eficiente en un ambiente cambiante.
¿Cómo procesaban esta comida? Otras especies más
tardías, como el Homo erectus, usaban herramientas simples, pero no se han
encontrado herramientas tan antiguas.
No obstante, en 2010, se hallaron huesos de
animales con marcas que parecen haber sido hechas por herramientas de piedra.
Esto podría indicar que Lucy y sus parientes
empleaban herramientas de piedra para comer carne.
En sociedad
Según fósiles hallados en Hadar, Lucy parece haber
vivido dentro de un grupo social pequeño.
Ella era pequeña en comparación con los hombres de
su especie. Esto ha llevado a pensar que su sociedad estaba dominada por
hombres.
Pudo haber sido una sociedad polígama, como los
grupos de gorilas hoy día.
Por lo general, los machos son considerablemente
más grandes en especies donde un macho controla a varias hembras.
Punto intermedio
También parece que la infancia de Lucy fue más
corta que la nuestra y que tuvo que valerse por sí misma desde pequeña.
Sabemos que era adulta porque tenía muelas de
juicio y sus huesos estaban fusionados.
Confío
en que encontraremos fósiles de ese intervalo, porque sé que en Etiopía hay ya
cuatro áreas de estudio con sedimentos con fósiles de esa época Tim White,
investigador de la Universidad de California
Pero, a diferencia de los humanos modernos, parece haber
crecido hasta alcanzar su tamaño muy rápido. Murió a los 12 años, y su cerebro
alcanzó su tamaño final más rápido que el nuestro.
En síntesis, Lucy era algo a mitad de camino entre
los simios y los humanos.
¿Dónde se ubica entonces en nuestro árbol genealógico?
Al parecer, Lucy no nos remonta a nuestros
ancestros comunes con el chimpancé como se pensaba.
Los últimos estudios genéticos indican que nos separamos de los chimpancés
mucho antes, quizá incluso hace 13 millones de años.
De ser así, Lucy llegó bastante tarde en la historia de la evolución
humana.
Excavaciones
Sin embargo, un problema aún mayor en torno a la idea de que el A.
afarensis es nuestro ancestro directo es que nuestro linaje es bastante
complicado.
Hubo muchas especies de homínidos tempranos -se han encontrado al menos 20-
que vivieron codo a codo y probablemente se mezclaron.
Lo que no sabemos es cuáles dieron lugar al Homo sapiens y cuales, desde el
punto de vista de la evolución, llegaron a un punto muerto.
THINKSTOCK. La potencia cerebral adicional
llegó recién un millón de años más tarde con la aparición del Homo erectus.
Pero Tim White, investigador de la Universidad de
California, en Estados Unidos, cree que la especie de Lucy sigue siendo el
mejor candidato a ancestro directo, aunque considera que hace falta hallar más
evidencia fósil de ese período.
"Confío en que encontraremos fósiles de ese
intervalo, porque sé que en Etiopía hay ya cuatro áreas de estudio con
sedimentos con fósiles de esa época", afirma White.
El descubrimiento de Lucy marcó un punto de
inflexión en nuestro entendimiento de la evolución humana.
Incluso hoy, científicos continúan aprendiendo
gracias a ella.
La contribución de Lucy
En opinión de Johanson, su contribución más importante
fue la de impulsar una ola de investigaciones que dio como resultado el
descubrimiento de muchas nuevas especies, como el Ardipithecus y el A. sediba.
Gracias a todos estos descubrimientos sabemos ahora
que el proceso evolucionario que culminó en nosotros no fue lineal.
Hubo variaciones y experimentación en el camino, y
muchas especies acabaron extinguiéndose, como el hombre de Neanderthal.
Como todos los años, el equipo de Johanson pronto
comenzará a excavar en la región de Afar de Etiopía, cerca de donde fue hallada
Lucy.
Es posible que encuentren más fósiles. Pero aunque
no los encuentren, desde 1974 han aparecido muchos fósiles más completos y más
antiguos que Lucy.
Sin embargo, no hay duda de que Lucy ya tiene
asegurado un lugar en la historia de la evolución humana.
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