¿Cerebramos y nos juvenilizamos?
Los progresos de la cerebralización
son inseparables de la juvenilización. La juvenilización corresponde a una
disminución ontegenética, es decir, a la prolongación de los períodos
biológicos de infancia y adolescencia. (…) La prolongación de la infancia
permite la prosecución del desarrollo organizativo del cerebro en estrecha y
complementaria relación con los estímulos procedentes del mundo exterior y las
incitaciones culturales, pues la lentitud del desarrollo ontogenético favorece el
aprendizaje, el desarrollo intelectual, la transmisión cultural y una
asimilación de lo aprendido. (…)
La prolongación de la infancia
favorece la complejidad social y se ve favorecida por esta (…) Del mismo modo
que todo progreso en la cerebralización se traduce por una prolongación de la
infancia, es probable que toda mutación genética que actúe a favor de una
disminución del ritmo de crecimiento, es decir, que prolonga el período
infantil, sea también una mutación cerebralizante que facilite el crecimiento
del tamaño del cerebro.
Morin,
E.: El paradigma perdido. Kairós
¿En qué piensas? Usa las
herramientas:
1.
¿Qué es la juvenilización?
2.
¿Qué es la cerebración?
3.
¿Qué es la neotenia?
4.
Si no fuésemos, como somos, un animal cultural, la
neotenia y la juvenilización, ¿serían positivas o negativas desde el punto de
vista adaptativo?
5.
El actual alargamiento de la vida, ¿tiene alguna
relación con la juvenilización?
No hay comentarios:
Publicar un comentario